martes, 9 de enero de 2007

Los Goya y nuestro cine

Dentro de poco se celebrará la XXI gala de los Premios Goya. La FAPAE (Asociación de Productores Audiovisuales de España), el ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) y el Ministerio de Cultura celebrarán el buen ritmo de nuestra industria que el año pasado superó los diecinueve millones de espectadores, pese a que para ello se consideren como nacionales producciones norteamericanas rodadas en nuestro país, o que el mayor éxito de taquilla sea Torrente 3. Olvidados quedan ya los enfrentamientos entre la “Plataforma de Cine Español” y el Gobierno, y muchos y muy buenos rodajes que no aparecen en las nominaciones arroyados por el protagonismo que cobran las cuatro producciones que este año aglutinan todos los premios y por tanto, todas las posibilidades de promoción. Pese a los males que siempre orbitan en torno a los premios cinematográficos hay que destacar la labor de la Academia de Cine, que ha conseguido fidelizar una cuota de pantalla en nuestras producciones y ensalzar películas que de otro modo hubieran pasado sin pena ni gloria por nuestras pantallas, sin menospreciar su capacidad para generar opinión crítica, con la que establecer clientelismos políticos. Entre las nominadas a mejor película encontramos, casualmente, algunas de nuestras superproducciones y es que parece que en España al igual que en EEUU, al que tanto dirigimos nuestras críticas, la cuantía de la inversión implica una calidad cuantificable en nominaciones. Solemos acusar de nuestras debilidades al gigante americano, pese a que la industria filmográfica española evidencia unas carencias que la alejan de la calidad y las metas culturales con las que intenta identificarse. La filmografía española que triunfa en casa es aquella perteneciente a un genero muy arraigado en nuestro país y con el que solemos identificar al cine americano, el de las comedias fáciles y de humor escatológico que busca y consigue entretener a un público que no entra en las salas en busca de una revisión metafísica de la existencia humana, sino de un balsámico, la risa. Otro factor de riesgo es de la perdida de espectadores del cine en general frente a las series de televisión, lo que tiene un doble efecto en la producción de películas, de un lado restan espectadores y por tanto financiación, y por otro genera un nuevo genero, el de las películas que nacen como extensión de las series de televisión y cuya calidad (guión, trama, actores) suele ajustarse al formato pantalla pequeña. Por último habría que estudiar que impacto ha tenido el marcado posicionamiento político del cine español en aquellos espectadores que con una ideología contraria a ésta, y su influencia en la asistencia de éstos a las salas de cine, pero como en los telediarios el tiempo manda y debería concluir, así que finalizando haré mi apuesta para los Goya (apuesta idealista sobre las nominaciones ya dadas a conocer)


PELÍCULA: Salvador
Director: Almodóvar
Actor: Daniel Brülh
Actriz: Marta Etura
Actor de reparto: Antonio de la Torre
Actriz de reparto: Lola Dueñas
Dirección novel: Daniel Sánchez Arévalo
Actor revelación: Quim Gutiérrez
Actriz revelación: Ivana Baquero
Guión original: Almodóvar
Guión adaptado: Salvador
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Guillermo Navarro: El laberinto del Fauno
Dirección de producción: Alatriste
Dirección artística: Alatriste
Vestuario: Alatriste
Maquillaje: El laberinto del fauno
Montaje: El laberinto del fauno
Sonido: El laberinto del fauno
Efectos especiales: El laberinto del fauno
Animación: El cubo mágico
Documental: la silla de Fernando
Peli extranjera: En la cama
Película europea: el viento que agita la cebada

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